Sobre las urgencias hospitalarias.

Anteayer, por circunstancias, tuve que ir a Urgencias. Temía tener un papiloma en la garganta cuando al final resultó ser una dulce y molesta faringitis (maldito aire acondicionado).

Bueno, lo primero que era mi primera visita a urgencias y me fui al hospital que mejor me pillaba para volver a mi casa en bus, que en este caso era el Clínico (que está en la plaza de Cristo Rey). Nada más llegar empezaron a ponerme pegas en recepción porque el que me corresponde es el de la Princesa, que qué hacía allí. Le dije que normalmente no tenía urgencias y que había ido al que más cerca había encontrado. Luego se quejó: mi tarjeta sanitaria está cadudaca: esa es otra historia, porque si no la renuevo en 20 días me cobran la mier** de atención que me dieron ayer (durante 6 placenteras horas).

Luego entré al área de clasificación, donde 2 enfermeros (o médicos) con aires de superioridad se dedican a clasificar a la gente según sus dolencias y gravedad. Lo primero que me dijeron es que este no es tu hospital, por qué vienes aquí. Es horroroso que en urgencias te reciban con esas payasadas... o sea, son urgencias, qué coño importa todo lo demás.

Cuando ya me clasificaron me hicieron esperar un par de horas (quizá tres), a que me llamaran a una pequeña sala con una médico delgadica y larguirucha con más mala leche que un barril caducado. Tenía toda la pinta de ser MIR y, de nuevo, con muy mal genio me criticó que fuera al hospital que no me correspondía (a todo esto yo callada, no fuera a ser que dijera algo y me mandaran a casa sin mirarme el otorrino, que era mi objetivo. El rol de Preysler se me da bien: sonrisa y chimpún). Esta fue más allá, empezó a decirme que las urgencias eran para urgencias, que a ver si aprendíamos a discernir lo que eran urgencias y lo que no, que lo mío era de centro de salud. Yo callada, esperaba mi objetivo y bajaba a todos sus muertos del cielo familiar para darle coscorrones en la cabeza. Es que me repatea tanto la prepotencia porque sí.

Odio esa prepotencia de los médicos, cuando saben que tienen el control, cuando creen que eres un simple garrulillo manejable que no va a entender ningún término médico que usen. Son gente contaminada a la que no merece la pena responder: el poder psicológico (porque realmente no son más que empleados, como el resto de los mortales) les ha corrompido. Mejor apartarlos del resto de la fruta, no vaya a ser contagioso.

Finalmente, la pequeña MIR maleducada me mandó al Otorrino (si yo fuera médico querría ser otorrino: ORL, qué bien suena, será que me han salvado la vida en varias ocasiones, como cuando de pequeña me metía cosas en la nariz). El otorrino resultó ser una persona maravillosa, tranquilizante y super claro explicando lo que tenía. Me dejó tan aliviada que recuperé mi fe en los médicos. Parece que con los años y los estudios, esa prepotencia inicial se va calmando y se comportan como profesionales que deben ser...

Sin embargo, no dejo de calificar mi visita a las Urgencias como un desastre. Para una vez que las necesito me tratan como a un guiñapo... ¡¡¡oiga, que yo también pago impuestos!!!

Ilustración de Tomas Garcia and his dog

Blogcorazon.com

Ya está, me embarqué en un nuevo proyecto. Esta vez se trata de un proyecto respaldado por una de las comunidades de blogs más importantes en habla hispana (o eso dicen las malas lenguas), y soy una de las 2 editoras de BLOGCORAZON.COM, el nuevo blog dedicado al marujeo del más alto nivel.

¿Qué ofrecemos? Pues mucho savoir faire, mucho colorín internacional, nada de colorín de tercera categoría regional, actualizaciones diarias, amor por lo que hacemos, información de última hora...

Vamos, que para poder tener una buena conversación en el ascensor, a partir de ahora va a ser necesario visitar todos los días BLOGCORAZON.COM, así que apuntároslo en vuestro lector de Feeds, porque esto arranca y con fuerzas...

Luego no digáis que no sabíais dónde estaba Lindsay Lohan cuando se escapó de rehabilitación...

Imagen: La menda lerenda.

Salimos a comer y a cenar...

¡Este fin de semana salimos a comer y a cenar con gente estupenda!

El viernes estuvimos comiendo en casa de mi tía, cuyo marido es un chef exquisito. Se habló un poco de todo, pero más que nada de la inminente boda de mi primo, que es en octubre. Los estilismos llenaron la mesa y se decidió que los hombres irán de chaqué y las mujeres de largo... ole ole ole... yo quería ir vestida de sevillana, pero creo que no podrá ser.

El sábado Fanmakimaki nos invitó a cenar a su casa, fuimos con Masmi, que nos prestó transporte en su coche hiper-cool. Si os digo la verdad, creo que al 80% de vosotros os encantaría bucear y perderos por la casa de Fanma, donde cada cosa tiene un porqué.

Está decorada con los objetos que traen de sus viajes (son una familia sumamente viajera, creo que en parte por la inmensa capacidad organizativa de Marisa) y que les traen recuerdos muy especiales y dotan a la casa de un halo más-que-familiar.

También tienen el aporte artístico de Minimaki, el terremoto de las Rosas, que ya ha hecho sus pinitos sobre óleo (con muy buen resultado, por cierto).

Y no puedo ni hablaros de la cena ¡Qué delicia!. No pude sino avergonzarme de la triste lasagna que preparé cuando vineron a casa. Me reconfortó el pensar que la hice con amor :)

Finalmente, gastamos una bromilla al siempre-sonriente Masmi, quiero decir, dulsesito de leche, con un helado de dulce de leche propiamente, como postre.

La velada fue increíble, y conocer la casa de Fanma (y su biblioteca, escogida celosamente), fue también un placer. Desde aquí os lo digo ¡Gracias chicos!

Finalmente, el domingo, día familiar por excelencia, olvidamos los planes de ir a pasear por Fuencarral, debido a la caló insoportable. La alternativa fue ir a los cines nuevos de al lado de casa a ver los Simpsons. Os digo, de corazón, que no vayáis. Últimamente no atino con el cine, qué le vamos a hacer, todo será dejar de ir y hacerme un ciclo de Truffaut en casa.

PD: Tengo muchas ganas de acabar de leer el libro que estoy leyendo, un libro infantil con moraleja, para empezar Kafka en la orilla, que el simpar Fanma me tenía reservado para prestarme (¿No querríais tener un clon de Fanma en vuestra casa? Yo sí.), un libro que valora la inteligencia de los gatos. No me podrá gustar más estoy segura.

Ilustración de Annika Huett.

Llega el fin de semana...

Y hay que trabajar las relaciones personales, que durante la semana y debido a todos los imprevistos... no hay momento, no hay voluntad...

¡Qué horror!

Vamos, que nos vamos.

Ilustración de Zephyrbunny

De dietas habituales.

Ayer, a la hora de la cena, mi compañera de piso puso un bol con un preparado de carbonara en el microondas, de esos que se hacen solos.

Después de que ella iniciara el proceso, JFK y yo (me encanta cocinar con él, no sé por qué, aunque a veces me estreso me resulta muy zen y cuando cocinamos juntos la comida está más rica) nos preparamos unos filetes y una ensalada.

Bueno, pues cuando acabamos de cocinar, el plato de ella estaba a medio hacerse y sólo cuando ya estábamos acabando de cenar su cena estaba lista.

Yo sólo la he visto coger una sartén una vez (desde octubre que vivimos juntas) para hacer pollo "para varios días y así no tener que cocinar", y dudo de que pueda hacer algo más.

Alega que no tiene tiempo, quizá porque se pasa la tarde viendo la televisión y, claro, no le da tiempo a cocinar... Realmente, el cocinar no es importante, lo que importa es la cantidad de conservantes, estabilizantes y otros productos procancerígenos que se mete en el cuerpo a lo largo del mes...

Que yo creo que esas comidas preparadas (yo personalmente nunca he comido un Sopinstant o un carbonara de sobre) deben ser como para una emergencia, para un día vago... pero debería estar penalizado por ley tener eso como dieta habitual. ¿Y la mediterránea?

Bueno, no quiero convertir esto en una crítica hacia ella (demasiado simpática para criticarla, simplemente es un guiño), si no en un alegato hacia la comida sana, hacia la diversión en la cocina...

Y ya que estamos...

Un homenaje a mi mejor cocinero...

Ilustración de Mike Stones.

Mom is coming to town...

Mi madre me ha confirmado que se pasará una semana entera con nosotros en agosto.

No sé cómo tomarme la noticia: una semana es mucho tiempo.

Tengo ganas de ver a mi madre, pero sé que más de cuatro días juntas son discusiones seguro. Me voy pareciendo poco a poco a ella, pero no tanto como para que apruebe todas mis acciones.

Yo por mi parte me olvidé de dar cuentas a nadie hace mucho tiempo y me repatea que me las pidan.

Soy mayor... los padres nunca se dan cuenta.

Por una parte el viaje le va a gustar, porque podrá estar con JFK (tiene pasión por su yernito caribeño), pero por otra el calor la va a dejar muerta, y Baldomero exhausta.

¿Alguien sabe qué puedo hacer con mi madre por las tardes? Ideas, planes, bares, paseos...

HELP!

Ilustración de SteveB

En orden, en momento zen.

Ayer fue un día redondo, en el que hice todo lo que tenía que hacer para sentirme bien conmigo misma.

Vine a trabajar por la mañana (el único punto positivo que le veo a esto es que me levanto temprano y los días que me resisto a la siesta los aprovecho muchísimo más. Eso sí, cuando caigo, caigo redonda).

Estuve de compras en un hipermercado de droguería. Maravilloso. Sólo había productos de baño, hogar y belleza... un placer para cualquier fémina coqueta. Todos los champús del mundo había. Finalmente me cogí un pintauñas de Bourjois y un gel de baño hidratante (en verano la hidratación debe ser triple, hermanas).

Me fui a casa, comí (había dejado la comida preparada del día anterior, porque cocinar a las 16.30 no apetece) y estuve viendo 2 capítulos de Alias, al tiempo que me hacía la pedicura con un barreño de agua, crema exfoliante para pies, crema nivea, una buena lima, jaboncito... para poder luego pintarme las uñas con mi nuevo pintauñas color porcelana.

Recogí la cocina después de la comida, y pensé en la cena y en la comida de hoy. Puse a descongelar los elementos necesarios y me fui a Spinning.

Ya aguanto toda la clase de spinning, pero lo hago sentada, todavía no me despiporro para arriba y para abajo... qué lío!!! Me relaja mucho la salida de esa clase, pero mientras estoy dentro me cago en todo... porque me resulta un pelín aburrido.

Tras la clase de Spinning volví a casa y entonces sí que preparé la cena: ensalada de arroz (sí, sé, no carbs after six, pero qué le vamos a hacer... quería esoooo) y la comida de hoy: unas salchicas francesas como de huevo, muy extrañas, hechas en salsa concentrada de tomate y a las que le añadiré un filete de ternera a la plancha.

¿Ven qué tranquila es la vida? Qué placer, hacía mucho tiempo que no estaba taaaaaan relajada...

Es más, si tuviera dinero me compraría un par de zapatos para hacer el momento un círculo perfecto.

Ilustración de _HK_

Sola en casa.

Este fin de semana lo he pasado sola en casa.

JFK se fue a BCN y la otra chica se va todos los fines de semana, así que Baldomero y yo nos quedamos como amos y señores de nuestra petite maison.

Lo primero que hice el sábado cuando me levanté fue darle un repaso general de limpieza a toda la casa. Ya que me quedo sola, me permito disfrutar de la limpieza sin que nadie me la estropee ni se queje por un quítame allá esas pajas.

Extrañamente disfruté mucho (¿me estoy empezando a parecer a mi madre?) de hacer la limpieza del baño, cambiar las sábanas, sacudir la alfombra, limpiar la cocina (quitar todas las huellas y dejar el mueble brillante) y ordenar la basura: orgánica, envases, papel y vidrio.

Tras todo ese proceso, que me abarcó gran parte del día, aproveché para ver Wigstock, un documental sobre un festival de Drag Queens que se desarrolla todos los años en diferentes partes del mundo. Una fiesta de colores y pelucas, tan divertida como vacía de contenido.

Luego me vestí para salir, había quedado con Mr. Blogazo para irnos de vinos y recoger a Jose Lopez en el bar en que trabaja.

Vino con nosotros mi "nueva prima" gallega, la chica que se vino a vivir a Madrid hace poco. Empezamos en el Bistro de Fuencarral, un bar ya mítico por sus precios, increíble. Luego fuimos al Diurno y allí nos encontramos a familiares y amigos de Jose López, con los que terminamos por hablar del pene de Beckham, que salió hace poco en una revista.

Esta chica estaba flipando, literalmente. No sé si sería muy buena idea llevarla por Chueca el primer día, porque estaba asombrada de tanto mariconeo, enfadada con tanto tío bueno inalcanzable para ella simplemente por ser mujer...

En fin, acabamos hartos en el Gris, donde no se podía ni andar (como siempre) y nos fuimos con esta chica hasta recoletos, donde la esperaba la chica de la casa en la que vive ahora. Al final nos llevaron a Blogazo y a mí a casa en coche, en un viaje surrealista con la canción de Shakira (la del anuncio) de fondo. Sin duda fue uno de los puntos de la noche (creo que empiezo a entender, despaciiooo, despacioooo).

Realmente necesitaba una noche de esas, me lo pasé fenomenal bebiendo, charlando, riéndome, conociendo a gente nueva, disfrutando de los amigos...

El domingo fue super chill out, escribiendo un par de cosas que tenía que enviar por e-mail y charlando por messenger con mis amigos. También estuve viendo capítulos de Alias que tenía retrasados, actualizando el iPod, leyendo y haciendo un poco de gimnasia.

Antes de dormir me decidí por ver una película española: Tu vida en 65'. Por suerte no tiene mucho que ver con el cine español convencional, pero el final se queda un poco cojo.

Sí, este fin de semana solitario ha sido muy productivo. Y sin embargo... I miss you honey.

Ilustración de GRRRaphics.

Buscando el camino a Oz.

Estos días estoy decidiendo el master que quiero hacer el año que viene. Como en el anuncio del Atlético de Madrid, me veo en la disyuntiva del corazón y la razón ("hay cosas del corazón que la razón no entiende").

Mi corazón quiere dedicarse al periodismo de moda y, quién sabe, poder pisar a mis subordinadas con mis Louboutin nuevos. Es una decisión arriesgada, hay demasiada gente que quiere ese sector y muy poca oferta laboral.

Mi razón me dice que me busque un master en dirección de comunicación para aprovechar mis dotes de relaciones públicas, montar una empresa con el tiempo y volverme rica. Siempre siendo autónomo la baraja está en tus manos, aunque hay miles de riesgos.

Lo que no pienso hacer es seguir la tercera vía: Paso de ser una pobre malpagada en ningún sitio sólo porque no lo intenté, porque no seguí mis instintos (cualquiera de los dos es un instinto: dinero o pasión). El que no arriesga no gana.

Aspiro a más, como las vaporetto (aspiradoras con agua :P).

Creo que me decantaré por el lado del corazón...

Ilustración de Chris Rubino.

Ya fui a Spinning.

Ya soy cool, ya fui a Spinning y tengo el culo como si hubiese tenido relaciones sexuales con un caboverdiano durante 8 horas sin parar... vamos, nunca he vivido esa situación en concreto, pero no puede ser mucho peor que el después del sillín.

Efectivamente no aguanté la hora entera, pero sí que estuve 45 minutos pedaleando (aunque no siempre con la dureza y los movimientos de mis compis, que soy novata), sudando la gota gorda (ay Dios, nunca me habían caído tantas gotas de sudor por su propio peso), poniéndome sana y quemando calorías de forma inmediata.

La verdad es que es algo cansado, bueno, es muy cansado. Cuando volvía a casa sentía cómo las piernas me querían fallar de lo muerta que estaba, pero llegué sin caerme ni una sola vez.

Y luego te sientes plena, te sientes bien tras haber hecho deporte y cenar una ensalada de lechuga... como si estuvieras a dieta y al día siguiente no te metieras un chuletón argentino entre pecho y espalda.

Lo que hago con la derecha lo deshago con la izquierda.

Hay que arreglar eso... mañana vuelvo a Spinning.

Foto de Rick Gunn

Mis patitas y las de Baldomero.

Baldomero está enfermo. No es nada de gravedad. Simplemente ayer se pilló la pata con la ventana. Nos puede pasar a cualquiera pero con él, como es más difícil comunicarse, no se sabe si sólo es mazadura o puede habérsele roto un huecesillo.

Tendré que esperar a ver si mejora y dejar que los nervios consuman mi grasa que no me vendría mal, porque al paso al que voy jamás iré al gimnasio a spinning.

Tengo pánico, ya lo he aceptado, a que el profesor me presione, a no aguantar, a hacer el ridículo en esa clase. Al igual que en el agua nada me importa y soy la dueña de la pista... eso me produce kilos de inseguridad...

Calculo que son reminiscencias de mi época del instituto en la que el joputa del profesor nos hacía correr y yo me escondía detrás de las gradas para evitar que me regañase porque me era imposible ir al ritmo de los demás. Eso se convirtió en uno de los martirios de mi infancia. Por eso no había vuelto a hacer deporte hasta ahora. Lo evité todo el tiempo que pude, pero me veo en la necesidad de fortalecer músculos y ahí tengo que ir.

Creo que iré hoy, pero con mucho miedito y mucho respeto. Quiero decirle al profe que soy nueva, que nunca he ido y que no me presione, pero me da vergüenza que piense que soy una tía rara, gilipollas o subnormal...

No entiendo muy bien por qué me pasa esto, porque habitualmente soy muy resuelta, pero no sé... me bloqueé...

Unlock me!!!

Ilustración de Marcoschin

De-lux

Este viernes estuvimos en el concierto de Alex Ferreira en Zanzibar, pero nos fuimos antes del final (thank god, porque aquello era un microclima tropical de esos de mogollón de calor y humedad relativa de 200% que resultaba totalmente insoportable).

Teníamos prisa, el jefe deJFK celebraba una fiesta por su cumpleaños en un reservado de un lounge bar en el ático de un hotel de la plaza de Santa Ana (toma morenoooo!).

Seguro que pensáis lo mismo que yo: ¿por qué coño sólo hay vaqueros en mi armario? Antes de que acaben las rebajas me compro 2 pares de faldas. Palabrita del niño jesús, que luego salgo por ahí y voy como una piojosa y una andrajosa.

Afortunadamente, y bendita la previsión, me llevé el único vestido de diario que tengo, en fin, que me pareció lo menos costroso para llevar. Mis opiniones previas eran acertadas. Aquel lounge era de los sitios más chulos en los que he estado en Madrid, con vistas a toda la ciudad y un fresquito que se agradecía.

La abundancia de Bombay Sapphire nos hicieron contar muchas cosas a poca gente (nivel de integración en la fiesta: 35%, no era fácil, grupos herméticos), y casi tiramos entre JFK y yo la mesa del centro, haciendo que todos dijesen "no pasa nada, no pasa nada", siendo ese el momento de mayor integración.

Pero valió la pena la experiencia, y los jefes de JFK son unos personajes super interesantes, como para bucear en sus cerebros de creativos y publicistas... ñam, ñam, soy la devoradora de cerebros.

El sábado también fue un día de-lux, pero más tranquilito y con su parte proletaria: por la tarde fuimos a hacer la compra al Día, soportando toda la cola que se forma los sábados, pero es que no hay tu tía, necesitábamos provisiones.

Por las noches decidimos estrenar los cines que hay al lado de casa, unos cines de lujo (de hecho se llaman Cines Lux Barrio Art Decó), con asientos de cuero enormes, una temperatura agradable (no de esas que te mueres de frío en verano y te abrasas en invierno), y varios menús, que casi se puede cenar por el mismo precio.

La película que fuimos a ver fue "Transformers" y sobre eso no quiero ni hablar, no pierdan su tiempo viendo ni leyendo sobre esta película.

He dicho.

Ilustración de Silja Goetz.

Hoy no soporto a la gente prepotente.

Hoy no soporto a la gente prepotente, a los que son prepotentes de forma gratuíta y con intención (mucha gente lo es sin darse cuenta, esos sólo se merecen un coscorrón, no la muerte más dolorosa). Me ponen a rabiar.

Ahora mismo estoy rabiando, rabiando por la prepotencia de alguien a quien, sin conocer personalmente (sólo por terceras vías), ya tengo totalmente clasificado y crucificado. Esa persona tendrá muy difícil que yo le diga algo más que "Hola, taponazo" (me encantaría también darle una colleja, pero eso sería obvio :P) si alguna vez me lo cruzo por ancha es Castilla.

Odio cuando alguien considera que sus opiniones son la ley. ¿La ley de quién, mamarracho? Si desde ya empiezas pensando que el mundo es tuyo la conquista será breve e infructuosa, con lo que no conseguirás nada más que seguir teniendo ese mundo tan tuyo en tu USB, en una versión Beta que el resto de la humanidad no comparte.

Ay, no os imagináis cuánta mala leche llevo contenida dentro... en cada palabra, en cada tecleo de cada letra, en cada pensamiento que no escribo, en cada tipo de muerte (a cada cual más ridícula y susceptible de salir en el 20 minutos) visualizo para esa...

¿Véis? Ayer descargábais vosotros, y hoy soy yo la que tiene incontinencia verbal.

Uuuuuuuppppppsssssss...

Ilustración de Art Without Words.

Con la vista cansada...

Chicos, hoy no tengo tiempo, nada de tiempo, y tampoco ando muy bien de ideas, así que os doy vía libre para que sugirais temas, comentéis vuestro día, preguntéis qué hora es o cualquier cosa que queráis... el blog es vuestro, así que decoradlo a vuestro antojo :)
Hoy y siempre...

Ilustración de Christian North East.

De bebidas y refrigerios.

¿Cual es vuestra bebida favorita?

Bueno, si yo tuviera que elegir, sería el agua, pero si no pudiera ser el agua creo que, a estas alturas de mes, sería el Nestea.

Es una bebida refrescante, rica, casi sin azucar y sin gas (el gas sienta mal al estómago y también dicen que provoca arrugas). ¿Qué más se puede pedir?

En otros momentos más complicados de mi vida no es que me guste, es que NECESITO el zumo de melocotón Granini en botella de cristal (sí, así, tal cual). Es de las pocas cosas que me calman cuando estoy un poquito enferma, no sé por qué. Igual que otras personas tienen chapitas con su grupo sanguíneo, yo debería poner: "inyéctenme Granini de melocotón en botella de cristal".

Con respecto a la coca-cola, fanta naranja y limón... no me llevo ni bien ni mal con ellas. Las bebo de vez en cuando pero no mucho. Cuando vivía en Lisboa me encantaba la fanta de naranja, que era mucho más naranja, pero muchas veces no había en los bares. En su contra había una mezcla entre zumo de naranja y Fanta que se llama Sumol.

En cuanto a las bebidas alcohólicas... señores, eso ya son palabras mayores, y podría extenderme mucho más (pero no tengo tiempo). Pero he de decir que el vino tinto es mi MUST y el whiskey mi MOST HATED.

Ilustración de Cycloptic.

Me derrito.

¡Qué calor, chicos!

No sé lo que me pasa este año. No he tenido ningun año tanta calor como este. Es más, esta noche ha sido horrorosa.

Entre que se averió el ventilador de la habitación y en mi casa la temperatura es superior a la calle... dormí entre sudores pegajosos y fatal.

No me gusta mucho poner el aire acondicionado de la habitación, entre otras cosas porque soy super torpe y la última vez que lo puse (hace algo más de una semana) se prendió la calefacción en vez de el aire y eso era una sauna.

En el salón lo pongo a diario, pero mi garganta se empieza a resentir, no resulta muy bueno, pero menos bueno es andar con la lengua fuera.

Uno de mis trucos son los ventiladores, que no enfrían pero te dan fresquito, y también un splash con agua para refrescarme (también se lo aplico a Baldomero, que en el fondo disfruta de sus duchas frías, porque no puede más).

Con eso me suele bastar, pero es que en esta casa nueva... con decir que esta mañana cuando salí a trabajar me tuve que poner una chaqueta del fresquito que tenía en la calle... no os digo más. Unaputasauna!

En fin, sólo espero sobrevivir al verano. Lo mismo le deseo a Baldomero. JFK es que es tropical, es lo suyo, sólo le falta su manglarcito, está como pez en el agua :P

Ilustración de Tempesthole.

Exodo gallego.

Ayer conocí a una chica que es familia lejana mía (ya sabéis cómo son estas cosas en los pueblos, que todos somos familia de todos).

Resulta que su madre llamó a la mía porque esta chica se acababa de venir a Madrid (por primera vez en su vida) y había entrado directamente a trabajar.

Está en casa de una amiga suya, trabajando y buscando piso, además de soportando los días más calientes del año (magnificados en la mente y cuerpo de un gallego) e intentando adaptarse a una ciudad en la que se encuentra... sola.

Rápidamente, después de que mi madre me llamó, llamé a la chica para ofrecerle toda mi ayuda sobre el terreno (lugares buenos para vivir, precios razonables, cosas que hacer) y también darle compañía, porque yo también sé lo que es estar en su situación.

Recordé cuando llegué a Madrid (vine a hacer COU, segundo de Bachillerato o PREU para los más carcas :P) y me instalé en casa de mi tía. En el instituto todo el mundo tenía sus grupos y la gente que no lo tenía estaba claro por qué era. Sólo salía con mi primo y sus amigos. Mi vida era un infierno porque también echaba mucho de menos todo lo anterior: Galicia, mis amigos, mis amores...

Poco a poco, cuando entré en la uni y conocí a mis actuales amigos (ahora algunos ya se han ido quedando por el camino), las cosas cambiaron y me empecé a sentir integrada en un grupo, con ganas de hacer cosas y, lo más importante, con gente afín para hacerlas.

Recordando eso, no pude menos que quedar ayer con esta familiar desconocida para darle un poco de charleta, tranquilidad y cariño fuera de la tierra y ofrecerle la ayuda necesaria para buscar piso.

Quizá no le dejé las cosas muy claras sobre la difícil tesitura en que se encuentra y las lágrimas que caerán hasta que aprenda, a través de golpes, que lo que no mata hace más fuerte. Y es de verdad.

En fin, tampoco hay que ponerse tan melodramático.

Quedamos, charlamos, bebimos, nos emborrachamos, cantamos, prometimos una nueva salida, me enseñará a cocer pulpo (mi asignatura pendiente) y bla bla bla bla... una noche divertidísima para 2 femmes et 1 garçon!

Ilustración de Lucy Vigrass.

¿Es acaso la ilusión del primer momento?

He ido ya 2 días al gimnasio.

Jueves: Estuve en la clase de Aquagym (de media hora de duración) y luego nadando un rato. Volví a casa con una sensación plena y un dolor increíble en el cuello por estar mirando desde el agua al profesor para seguir sus instrucciones. No hubo agujetas ni nada parecido, simplemente cansancio y sueño profundo.

Viernes: Hice 3 largos a la piscina, me fui a tomar el sol media hora y luego volví para clase de Aquagym. Por falta de gente no hubo clase y entonces me hice unos largos hasta que me cansé y me fui directa a la sauna, para limpiar poros de cara al fin de semana. Tras 5 minutos (ya no podía más, será poco a poco), me duché y a casa. Cansancio 0, sensación de ser toda una deportista 10.

Vamos, que si las cosas siguen así, iré a la piscina asiduamente (quien dice piscina dice spinning la semana que viene jejeje), al menos hasta que comience el próximo curso escolar, en que no sé si tendré tiempo libre.

Intentaré probar todas las maravillas de mi gym, que parece pijo. Tienen hasta secador instantáneo de bañadores (tarda 5 segundos, garantizado).

La gente que va al gimnasio también es muy curiosa (algún día hablaré de los personajes, en cuanto los tenga más calados), pero me gusta mucho la absoluta carencia de complejos de las gorditas, como yo. Me siento más protegida (¡qué pasa, yo también tengo poca seguridad en mí misma, como VickyBeck o JLO!).

Pues eso, que estoy encantada, y en cuanto me compre unas zapatillas adecuadas haré alguna clase de estas de cuerpo y mente (que te debe dejar relajadito total) en plan Pilates, Yoga o Ars Corpore.

Y con esto y un bizcocho, sigo trabajando que este finde rondaré mucho por aquí.

Ilustración de Sam Vinhyl.

Diez apuntes sobre mí para un jueves con sueño.

1. Odio los olores y soy muy sensible con ellos: no soporto el sudor, el olor de boca, el olor a grasilla de los sitios, el olor a pis... me dan arcadas, literalmente.

2. Tengo miles de rituales de cremas y toda la parafernalia antes y después de la ducha. Pero si hay algún día que no lo puedo hacer, todo está ok, tampoco soy una neurótica.

3. No soporto a la gente tonta. Me empiezan a caer mal y poco a poco no puedo con ellos. Tampoco soporto a los rice crispies, la crispación perpetua no puede ser buena y la crítica constante a cualquier cosa que digan tampoco.

4. Me encanta escuchar conversaciones ajenas cuando voy en Metro o autobús. A veces hasta cierro el libro que estoy leyendo para ir bien atenta y no perderme ni media.

5. No me gusta mucho la gente aprovechada, que queda contigo solo por algún beneficio personal. Me pone de los nervios y hay gente a mi alrededor, imposibles de desbancar de su puesto, que son así.

6. Nunca he tenido dudas ante la pregunta ¿papá o mamá?. Simplemente no lo digo por diplomacia.

7. Escribir es, para mí, una de las cosas más relajantes del mundo. No es necesario publicar, pero necesito escribir a diario, aunque sea una tontería.

8. Siempre llevo una agenda o una libreta para apuntar algo en cualquier momento. Jamás salgo sin un bolígrafo.

9. Tengo la increíble habilidad de poder tener conversaciones telefónicas mientras estoy dormida (si me llaman, claro), y también puedo hablar en persona. Cuando me despierto no me acuerdo de nada. Otras veces hablo dormida.

10. Estoy enamorada como jamás imagine. Un amor sereno y tranquilo que de vez en cuando me convierte en furia. Me gusta pensar que todo ha sido parte de una relación con una interesante evolución. Me gusta saber que si tengo frío él me va a arropar y si él tiene fiebre le preparo un té.

Ilustración de Max Gregor.

En verano sin vacaciones.

He decidido apuntarme al gimnasio.

Ya que me tengo que quedar en Madrid todo el verano y mi moral me impide pagar 4 euros para estar un par de horas en la piscina de la UCM, he decidido apuntarme al gimnasio de al lado de mi casa, que tiene piscina y zona verde para tomar el sol.

Mañana me voy a apuntar, y voy a ir (además) a clases de aquagym o aerogym. Si logro coger un poco más de aguante, también me voy a meter a spinning o alguna otra cosa, para matar las tardes, las calorías y las grasas que inundan mi cuerpo (que hay que ver cómo me he puesto con tanto comer).

Por ahora estoy muy ilusionada con empezar en el gimnasio, ya me compré sujetador deportivo, un bikini nuevo, un gorro de baño... pero no recuerdo con tanto entusiasmo las clases de gimnasia del colegio, en las que me escondía detrás de las gradas para no correr lo que el profesor nos mandaba. A veces también fingía tener dolores menstruales varias veces al mes, para poder descansar en clase. Fue la única asignatura que suspendí en el instituto.

En fin, que ante la duda, me apuntaré sólo un mes y luego ya veré...

¿Qué tipo de clases me recomendáis? ¿Pilates? ¿Aerobic? ¿Spinning? ¿Cardiobox? Las actividades acuáticas van a estar aseguradas, y quizá la sauna también.

Europride cañí

Este sábado como buena mariliendre me fui al Orgullo, aún a sabiendas de que eso iba a ser el despiporre de gente (ojalá los del foro de la familia juntasen tanto ambiente en sus manifestaciones).

Efectivamente, cuando llegamos, a eso de las 18.30, la Gran Vía estaba tomada por todo tipo de especimenes: de acá, de allá, de esta acera, de la otra, del medio de la calle, blancos, negros, arcoiris, vestidos, desnudos...

Nuestro objetivo era coger un buen sitio para poder ver pasar las carrozas y, a su debido tiempo, ir detrás de alguna bailando hasta llegar al manifiesto en plaza de España (así lo hicimos, con la del Space, pero no vimos la de Fangoria :S).

Desde las 18.30 hasta las 22.30 pasaron carrozas y carrozas (eran 42 en total, más los grupos políticos y colectivos homo de toda Europa, que para algo era el Europride), con muchísima gente disfrazada (me encanta este espíritu del travestismo cañí, ¡no sabéis cuánto!) y más fiesta que en cualquier otro momento en esta pequeña capital sureuropea.

Si nos paramos a pensarlo: ni las rebajas de enero, ni las navidades, ni san Isidro, ni el rastrillo benéfico de X... nada supera en número de gente y diversión al Orgullo Gay, buque insignia de la fiesta madrileña y agitador social a altas horas de la noche (de hecho son el colectivo que más se mueve de discoteca en discoteca y que más innova a la hora de salir).

Pues eso, que fue divertidísimo, y además con la mejor compañía posible, con mi Jesusito-de-mi-vida, mi pequeño hermano de correrías desde que empecé la carrera hasta que la terminé, mi confesionario 24 horas, mi dutifrí, mi siete de copas...

Con él acabé a eso de las 12 en plaza de España cenando en un persa (al lado justo del Rey del Tallarín, que estaba lleno) que, no sé si sería el hambre, resultó ser todo un hallazgo culinario...

Después no pude sino coger un taxi y depositar mis despojos en la cama, mientras mi pequeño Budha se iba al Infinitamente Gay.

Que ya estoy hecha una abuela, aunque me tire mucho un tacón, una peineta y un sitentizador.

Ilustración de Built Robots.