¿Es acaso la ilusión del primer momento?

He ido ya 2 días al gimnasio.

Jueves: Estuve en la clase de Aquagym (de media hora de duración) y luego nadando un rato. Volví a casa con una sensación plena y un dolor increíble en el cuello por estar mirando desde el agua al profesor para seguir sus instrucciones. No hubo agujetas ni nada parecido, simplemente cansancio y sueño profundo.

Viernes: Hice 3 largos a la piscina, me fui a tomar el sol media hora y luego volví para clase de Aquagym. Por falta de gente no hubo clase y entonces me hice unos largos hasta que me cansé y me fui directa a la sauna, para limpiar poros de cara al fin de semana. Tras 5 minutos (ya no podía más, será poco a poco), me duché y a casa. Cansancio 0, sensación de ser toda una deportista 10.

Vamos, que si las cosas siguen así, iré a la piscina asiduamente (quien dice piscina dice spinning la semana que viene jejeje), al menos hasta que comience el próximo curso escolar, en que no sé si tendré tiempo libre.

Intentaré probar todas las maravillas de mi gym, que parece pijo. Tienen hasta secador instantáneo de bañadores (tarda 5 segundos, garantizado).

La gente que va al gimnasio también es muy curiosa (algún día hablaré de los personajes, en cuanto los tenga más calados), pero me gusta mucho la absoluta carencia de complejos de las gorditas, como yo. Me siento más protegida (¡qué pasa, yo también tengo poca seguridad en mí misma, como VickyBeck o JLO!).

Pues eso, que estoy encantada, y en cuanto me compre unas zapatillas adecuadas haré alguna clase de estas de cuerpo y mente (que te debe dejar relajadito total) en plan Pilates, Yoga o Ars Corpore.

Y con esto y un bizcocho, sigo trabajando que este finde rondaré mucho por aquí.

Ilustración de Sam Vinhyl.