Este fin de semana ha sido un tanto extraño. Pero productivo.
* Antes de empezar el fin de semana ya tenía montada la cocina en casa, a falta del lavavajillas y el grifo de agua, que me lo instalan hoy.
* Salimos el viernes para ir a escuchar a
Farala DJ a la Vaca Austera, que fue un vita brevis, porque había gente que se tenía que ir a dormir y otra que quería ir a dormir (nunca 2 cervezas hicieron tanto daño a mi organismo).
* El sábado fue día de limpieza de la casa. Todo el día quitando serrín de la cocina, limpiando armarios, colocando platos y demás menaje.
*El sábado comimos en Il Rusticone, un italiano que hay por Puerta del Angel especializado en pizzas y Lasagna... unos postres magníficos (maldita dieta!) y un café espantoso.
* El sábado por la noche sesión de peli y vino (los americanos tienen algo así, como una excusa para pasar tiempo juntos: taco's night jejejeje). Me quedé rendida a la media hora de empezar la peli. Es lo que tiene haber trabajado todo el día.
* El domingo me levanté con fuerza, y convencí a JFK para ir a trastear al Rastro. Vimos cosas curiosas en Mira el Rio Baja (mi calle favorita del rastro, con todas esas tiendas retro costrosas y retro nadie-quiere-lo-que-vendo). Acabé por hacer "window shopping" (porque llevo pobre desde que empezó el mes, prácticamente) y sólo compré unas esponjas de maquillaje para ese nuevo colorete mágico (simplemente un rubor) que compré en The Body Shop y se ha convertido en mi MUST de la temporada (qué frívola soy a veces! :P).
* El domingo almorzamos (ya no se usa esa palabra!) pulpo en la calle Cuchilleros. Caro pero estaba bueno.
* El domingo JFK hizo mil agujeros en mi casa para colgar toalleros, muebles de baño y demás parafernalia. Está casi a punto. Es un experto.
* Me regalaron un Gingerbread Man, porque nunca había comido dulces con Gengibre. Buen sabor (Maldita dieta!).
* El domingo por la noche... volví a caer rendida.
Tengo toda una semana para descansar del fin de semana.
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