Sucedió en Austria

Hace unos días que me tiene intrigadísima el bizarro descubrimiento que se hizo en Amsetten (Austria). Seguramente estén ustedes ya al tanto del hecho de que un padre secuestró a su hija durante 24 años y abusó de ella (con 7 hijos como resultado de tales abusos).

Este hecho me ha dejado trastornadísima y multitud de preguntas vinieron a mi mente: ¿Qué tipo de padre hace eso? ¿Qué tipo de esposa vive ignorante? ¿Cómo podrá re-adaptarse a la sociedad esa hija con la vida diezmada? ¿Cómo descubrirán el mundo los hermanos que no han salido nunca del zulo en que estaban secuestrados?...

Los medios de comunicación saben que todos nos hacemos preguntas sobre este tema, y no dudan hasta en dejarnos ver los planos y fotos del zulo (muy bien escondido a través de un pasadizo en el garaje de la casa).

Pero detrás de todo el circo mediático hay una auténtica escena de sufrimiento humano llevada a su máxima expresión que no vemos del todo clara (los flashes nos esconden un poco la realidad) y que seguirá ahí cuando ya no sea novedad ni nos interese (creo que dejara de interesar tras su primera entrevista o sus primeras fotos actuales).

El ser humano es complejo. Tan complejo que muchas veces se torna inexplicable...

Foto de Diastema.

La soberbia (porque yo lo valgo)

El último pecado capital (ya llegó el momento de despedirnos de ellos, chicos) es la soberbia, o lo que es lo mismo, valorar enormemente nuestro ego con respecto al ajeno.
Se trata del antónimo de la humildad, uno de los grandes valores del catolicismo (de los peones rasos, claro, no del papa y su entorno más próximo, que prefieren pecar en la soberbia a diario), que opina que darse a la soberbia es olvidarse de "tu obligación para con Dios".

Como pueden ver, se trata de una idea un poco prehistórica de la dicotomía soberbia/humildad. Ni la soberbia es tan mala ni la humildad tan buenísima.

He conocido a auténticos genios cuya soberbia no impide apreciarlos, y también a verdaderos gilipollas que si fueran menos humildes ganarían algo más. Luego están los grupos mixtos en los que uno de los dos valores pesa más sobre el otro, pero ambos coexisten. La falsa humildad y la soberbia que camufla un complejo de inferioridad.

Este último me hace especial gracia, porque es mi excusa para no enfadarme con personas que, vistas de otra manera serían totalmente cansinas y repelentes. «Ay, pobre» me digo, ejerciendo mi falsa humildad de la manera más cómica posible.

Sí, sí, creo que soy un poco soberbia (no serías la primera persona que me lo dice), pero soy muy consciente de que no tiene nada que ver con un complejo de inferioridad... Y desde luego también sé que eso tiene que cambiar, que no a todo el mundo le tiene que gustar la misma literatura que a mi, ni saber quién es Cocteau ni tantas otras cosas que en mi imaginario personal son algo «básico».

Y he aquí mi pequeña dosis de humildad para hoy (¿falsa humildad? Espero que no).

Para leer Orgullo y prejuicio, de Jane Austen (muchas de las novelas de Jane Austen tienen la soberbia como telón de fondo).

Para ver El crepúsculo de los dioses, de Billy Wilder (increíble narración cinematográfica) o incluso 300, de Zack Snyder.

Pattern de Katie Kirk.

Astenia primaveral

Creo que estoy de lleno en medio de una astenia primaveral galopante. No tengo fuerzas ni para levantarme por las mañanas ni para seguir trabajando luego de un par de horas de cerebro en actividad, por no hablar del hecho de que hace varios días que no hago la cena en casa ni tengo ganas de limpiar, recoger y todo eso que normalmente me siento impulsada a hacer para que no me de asco vivir en mi casa.

Es por ello que tampoco tengo demasiadas fuerzas para dedicarle a Celestina, ni me he puesto a escribir el famoso relato de la FNAC y otro más de regalo. No he hecho nada. Llego a casa molida y apaleada a las 7 de la tarde, sin ganas de hacer otra cosa que tirarme el sofá y que el tiempo pase hasta el día siguiente. Es horroroso vivir en un cuerpo cansado.

Esta mañana empecé un pequeño tratamiento de choque: Supradyn activo. Me suele funcionar, pero hoy todavía me siento igual que si me hubiera pasado un camión por encima. Así que cuando salga del trabajo me pasaré por el herbolario a atacar con el siguiente paso: jalea real.

Además, con todos los beneficios de la jalea real no sé cómo he sobrevivido sin tomarla durante tantos años. Con lo bien que le va a sentar a mi cuerpo el alimento de las abejas reina.

Ilustración de lizin8or.

Como una dama asustada (ante un caracol)

He de confesar que llevo demasiado tiempo retrasando el momento de volver a enfrentarme al folio en blanco. No al periodístico (a ese me enfrento casi a diario y en temas que os dejarían patidifusos de lo bizarros que pueden llegar a ser) sino al literario.

Empezaré por algo breve (aunque no por ello menos difícil) para el concurso de microrrelatos que organiza la FNAC.

Me sentaré a pensar (sugerencias se aceptan) sobre algo relacionado con «libros» y trataré de plasmarlo en el papel. Si me sale algo decente, si al final decido enviarlo lo publicaré aquí.

Me ilusiona y me da [mucho] miedo pensar en retomar mi pasión cuentística... pero uno tiene que enfrentarse a sus miedos si quiere superarlos y llegar a ser algo más en la vida. Y yo estaría feliz de la vida de ser una Dorothy Parker o una Susan Sontag... (apunta alto para llegar a la mitad).

PD: Esto de la autosuperación y la lucha por alcanzar las máximas aspiraciones me lo enseñó JFK, que es como una hormiguita en lo suyo. Espero hacerle caso, aunque sea a la maniera greca.

Ilustración de Moranga.

Παμε στην Eλλαδα! (Vamos a Grecia!)

Harta de llegar tarde a las reservas de vacaciones de todos los puentes y feriados, he decidido que este verano voy a coger el toro por los cuernos desde el principio.

Por suerte sabemos ya el lugar y la fecha: Grecia, primera semana de agosto (prorrogable, yuhu!). Así que se torna más fácil el hacer un planning y las reservas, aunque no mucho más fácil porque además de Atenas vamos a pasar algunos días en una isla (¿cual?)... el gran dilema.

Es fácil encontrar vuelos a Atenas, hoteles allí e incluso hacer prerreserva para el Partenón, pero escoger una isla para pasar unos días en Grecia es como buscar una aguja en un pajar.

He retirado la paja gorda (fuera Mykonos o Santorini, quiero algo más "íntimo") pero es que son más de 6,000 pajas (no todas habitadas) entre el mar Egeo y el Mediterráneo. Todas con sus increíbles edificaciones blancas, en colinas que miral al mar...

Ya saben ustedes (o deberían saber si me conocen una chispitina) que soy una apasionada de la cultura, gastronomía y lengua griegas. Todo lo griego lleva una impronta que me fascina, y no puedo evitar hiperventilar y dudar mucho a la hora de elegir una isla (aunque lo que resuena en mi cabeza es el deseo de, sin haber ido nunca, volver constantemente), así como de limitar el número de días que me pase en tierras de Cariátides, amazonas y otras criaturas mitológicas.

¿Alguien que haya ido me puede echar una mano? ¿Algún sitio en Atenas chulo para visitar? ¿Alguna isla perdida que os haya enamorado a primera vista? ¿Algún consejo general para el viaje?

EFARISTÓ POLÍ!

Ilustración de Nghi

Si esto no es felicidad...

Mis dos chicos disfrutando de una tarde de domingo...

Yo sería naïf

Oye, pues al final la lluvia no pudo conmigo y hace dos días que me planté en la Galería Éboli para ver la V Muestra de Arte Naïf Europeo, cuyo país invitado era Turquía (que, en realidad, es casi como si fuera europeo, porque para el caso).

Multitud de artistas naïf (me sorprendieron positivamente los españoles) tenían un par de obras expuestas y, si digo la verdad, me quedé completamente fascinada. Es como "dobedoo" en pintura, es como el kawaii de la fantasía... ¡es genial!

Si yo fuera artista querría ser naïf.

Tal fue mi entusiasmo que comencé a apuntar todos los nombres de los artistas cuyas obras me habían FASCINADO (y cuyos precios oscilaban entre los 1000 y 3000 euros), hasta completar una página entera. Al final JFK, que es muy listo, me regaló el catálogo de la exposición, ¡una maravilla! ¡Un amor de hombre!¡Una cantidad de pinturas naïf para revisitar el resto de mi vida!

Para más información sobre los artistas, podéis visitar sus propias páginas web (no están todas, eh?): Guido Vedovato (IT), Jean Pierre Lorand (BE), Jorid Linbik (DE), Danielle Bonniol-Ferrus (FR), Elizabeth Davy-Bouttier (FR), Estela Benavides (ES), Cathernie Musnier (FR), Amalia Fernández de Córdoba (ES), Aimo Katajainen (IS) o Juan Borrás II (ES).

Así, antes de ir, podéis aseguraros de que os gusta (reconozco que no es un "arte" que guste a mucha gente, aunque yo le quite las comillas y lo ponga en un altar).

Cuadro de Inge Selmer (Dinamarca), visto en la exposición.

Retomando intereses, dañada por la lluvia

Está comprobado que cuanto menos tiempo tenemos más cosas queremos hacer. Ese es el motivo por el que la pasada semana fui capaz de actualizar una vez el blog. ¡Estaba a tope de trabajo!

No sólo actualicé el blog (y los otros dos en los que «trabajo»), sino que decidí que me voy a apuntar a un taller de escritura creativa o algo así, porque ya es hora de volver a hacer algo con mi vida a la salida del trabajo.

Mi vida en estas últimas semanas se reduce a visitar a mi tío al hospital (ayer por fin lo operaron, está en la UCI ahora, le cambiaron una válvula en el corazón, una pedazo operación) y el resto del días ser una fábrica de comida (para el famoso tupperware-ahorra-dinero que mucha gente llevamos al trabajo, entre los cuales estamos JFK y yo, y ahorrarnos pagar un menú del día). Poco más he tenido tiempo de hacer y ya extraño el quedar con gente, salir de compras o irme de exposiciones.

Ayer iba a salir a dar una vuelta (hacía un sol de impresión a mediodía) y, a pesar de que la tarde se nubló, cumplí con mis planes. Pero cuando llegué al centro comenzó a caer el chaparrón del siglo y no pude continuar mi camino hacia la exposición de pintura que había elegido, no obstante no desaproveché del todo mi tiempo libre (acabé por comprar dos camisetas y una pulsera de cara al verano).

Cuando llegué a casa (una hora y pico después, maldita huelga de autobuses, y yo sin paraguas) me encontré con la sorpresa de que un nuevo MyLittlePony (un Rainbow Dash, de la Tercera Generación) esperaba para aumentar mi pequeña colección de caballitos de colores. No he hecho fotos ni nada, porque no tuve tiempo de lavar el pelo (con suavizante, imprescindible) y ponerle los rulos para hoy. Es todo un mundo el peinado de los pequeños ponies, y me encanta.

En fin, ojalá hoy no haga tan mal día y me pueda ir a ver la expo. Y ojalá que lleguen más ponies, que ando esperando un pedido de los States. Santo E-bay.

Ilustración de Ivoteforart.

La pereza (procrastinando, procrastinando)

No es de extrañar que la pereza sea un pecado capital, porque no trae más que cosas malas. No conozco a ningún perezoso que haya triunfado, la verdad, más bien son el prototipo "Torrente" de hombre/mujer.

Conozco a mucha gente perezosa, yo misma lucho con la pereza día a día (con la mía y con la de JFK que es tan grande como el muro de las lamentaciones) y he de reconocer que es muy difícil de vencer.

Admiro a toda esa gente que se levanta temprano por la mañana con miles de ganas de hacer cosas, de mover el mundo, de adornarlo con guirnaldas y, quizá, lucrarse de ello.

¿Ustedes creen que mientras Donald Trump levantaba su imperio era un hombre perezoso? ¿Creen que Gabilondo llegó a donde está levantándose a las 11 de la mañana todos los días? Claro que no, se necesita mucho tesón y disciplina para lograr cualquier meta. Si la pereza se mete por medio, por mucho énfasis que uno haga (será un énfasis verbal, siempre, porque a los perezosos les encanta prometer y marcar metas que nunca cumplirán) nunca llegará a nada.

Os animo a trabajar por disciplinarios. Luchad contra la pereza si sois perezosos porque al final os beneficiará. La tranquilidad del sofá/ordenador no os hará mejorar vuestro nivel de vida, ni os dará satisfacciones intelectuales... ¡arriba, soldados!

PD: Yo, por mi parte, continúo en mi lucha. Espero que el gran procrastinador (JFK) no fagocite mis ansias de ganar la batalla.

No os perdáis el videoarte de Johnny Kelly, titulado Procrastination (para verlo entero hay que entrar en Nexus London y buscar al director en directores) ¡Espectacular!

Para leer: Modernidad líquida, de Zygmunt Bauman.

Para ver: Garfield, de Peter Hewitt.

Foto de vaneska~tHOmz.

Qué hacer en el «puente de mayo»

A pesar de que en un primer momento la idea para el puente de mayo (1 al 4 de mayo) fue una escapada a Lisboa, las cosas se han puesto medio difíciles: demasiado caro y demasiado lleno todo ya.

Parece que para conseguir escaparse un fin de semana de Madrid hay que tenerlo previsto con varios meses de adelanto, sino los demás te toman la delantera y ya no hay tu tía.

Como a veces soy una persona optimista, decidí que aunque nos quedáramos podíamos hacer algo interesante: un curso de cata, un intensivo de cocina... algo que nos animase a dar la vuelta a la rutina casa-copas-compras... pero esa búsqueda se tornó también infructuosa: no encontré ningún curso para el puente (cosa que, realmente, también veo lógica).

Pero no desisto, sigo buscando qué hacer durante esos cuatro días: ¿Escapada a Toledo en tren? ¿Teatro, cena romántica? ¿Fiesta pre-eurovisiva en casa? ¿Turismo cultural por la ciudad?...

Sigo buscando el conejito blanco, ¿alguien me da una pista/ayudita? El único requisito es no ir a un sitio que vaya a estar colapsado.

Imagen de FabSugar.