Mi próxima lectura en vuestras manos...

Así es, amigos. Dejo la elección de mi próxima lectura en vuestras manos, ya que estoy dudosa entre dos libros que me han prestado.

El primero de ellos se llama "Platonic Sex" y en su contraportada explica que se trata de un libro sobre el Japón actual (muy lejos del mundo de las geishas y la ceremonia del té), más concretamente sobre la vida de una joven japonesa que está aburrida de estudiar y lo que le gusta de verdad es salir de fiesta, hasta que su padre la echa de casa y ella decide convertise en actriz porno.

El segundo de ellos es "La elegancia del erizo", que narra la vida de dos personas que viven en el número 7 de la calle Grenelle de París. Renée, la portera que finge ser una mujer común (no sé por qué) y Paloma, una niña de doce años que oculta una inteligencia extraordinaria.

Os lo dejo a vuestra elección, como si yo fuera un muñeco medio manejable... todavía me quedan unas 100 páginas de Firmin (que resultó no ser la obra divertida que yo esperaba, por lo que la lectura va lenta) así que tengo tiempo para decidir.

¡Buen fin de semana!

Ya se fue otra edición de Eurovisión...

El año pasado, gracias a D'Nash no hice fiesta de Eurovisión (Yosilín no estaba en Madrid y él era, junto conmigo, el gran impulsor de esas fiestas en casa), pero todos los anteriores años sí, como podréis comprobar en mi historial de entradas sí que hubo fiesta.

Este año los mensajeros divinos y algo menos divinos me pidieron encarecidamente que nos juntáramos en casa para ver el festival del Chiki-Chiki. Toda feliz yo me emocioné y hasta hice unas invitaciones chiquilicuatras, como si la canción me gustase, como si todos los demás no supiesen que nunca apuesto por España en mis quinielas.

Junté a un puñado de mis más queridos amigos y enemigos, unas cervezas, un vinito, algo de rebujito, una queimada y también comida... et voilà: fiestecilla montada.

Lástima que vino la tele a grabar nuestra fiesta. No hubo tanto relax ni distensión como otros años, pero bueno, es lo que hubo. Y aquí tienen el resultado: un David dándolo todo en el Robocop y yo mismita aprendiendo el estribillo sobre la marcha. Estamos en el vídeo, al final del todo.

Por cierto que mi favorita este año era Armenia (que quedó en cuarta posición), mientras que la del resto de la gente de la fiesta (chicos sobre todo) era Grecia (un buen tercer puesto). Rusia estaba como ganadora en las quinielas de Urbiarri pero ni gustó ni convenció... y llega ahora la excusa española por haber quedado en un puesto 16 (un puesto altísimo en relación a lo que llevamos) lo que se ha dado en llamar votaciones políticas en Eurovisión. Excusas las justas, por favor.

Ya se fue otro Eurovisión...

Ilustración de Tervaja.

Entre andenes

La vida son todas esas pequeñas cosas que ocurren mientras persigues tus objetivos. Esa frase no es mía, ya lo saben, es una adaptación de una de John Lennon (Life is what happens while you're busy making plans), pero es tan cierta como que la muerte llega.

Uno se empeña en seguir su camino (trazado poco a poco con el tesón de una hormiguita previsora) y, de repente, ocurren cosas que trastocan todo. Algunos pueden llamar a esto destino (un imprevisible fado) pero los escépticos pensamos en el tandem casualidad/causalidad de las acciones...

Y no es que me haya pasado nada espectacular. Al revés, a veces la vida también destaca por ser esa cosa aburrida que va pasando mientras tus objetivos se van viendo a lo lejos. Como cuando el metro se para entre estación y estación y de repente te deja a oscuras, pero sabes que en algún momento dado tendrás que llegar a la siguiente estación. Te quedas en espera, en stand-by.

Pero sólo yo veo la oscuridad. La persona que va sentada a mi lado cree que el vagón sigue su camino, cuando en mi mente hasta pasa un posible descarrilamiento. Imagínense... ahí parada entre andén y andén mi cerebro funciona a 1.000 por hora, la imaginación está viva como lombrices tras azúcar.

Quizá ese es el lugar, el momento, el punto en el que debo retomar la escritura... entre andenes ando ya.

100% personal me salió el post...

Ilustración de Brooklyn Art Proyect.

La manzana podrida

En todas las familias hay una manzana podrida. Depende del ambiente en el que (la susodicha manzana) haya crecido, se haya desarrollado y las aspiraciones que haya logrado tener será de una manera o de otra, pero siempre apesta.

Mi familia no es diferente, y hay varias manzanitas que bien podrían tirarse a la basura o hacer una rica compota (con azúcar, por favor), ya que para comer como fruta fresca no están muy servibles (quién sabe, a lo mejor para otros soy yo la compota).

Yo, que soy una persona hasta el extremo sincera y transparente, sufro estas hemorroides en silencio por no herir a quienes más quiero. Y eso es un debate interno que ni los del estado de la nación.

Cuando una persona se me presenta con una total falta de humildad, consciente de que los demás (su propia familia, oye) no tienen acceso a los mismos bienes que él y aún así regodeándolo, fantasmeando sobre su futuro económico (con un pasado y un presente de rata de alcantarilla que ni la virgen del puño in person), siendo el gallo de un corral que él mismo se inventó en su propia fantasía... Siento la total necesidad de crear una pantalla de cristal y sonrisa tipo Preysler para evitar que la ira me consuma y me haga responder consciente de que eso enfadará a la ignorante fiera, que no tiene otra salida que el "porque yo lo digo" para sustentar sus órdenes.

Desde aquí, desde mi impotencia te lo digo, querido. Y un pito pa ti.

Ilustración de Lady Orlando.

Xtreme Makeover DONE!

En primicia internacional...

Más info en mi flickr.

Y me voy corriendo a Galicia...

nos vemos a la vuelta.

De vuelta al mundo...

Parece que por fin se me va (temporalmente) esta losa llamada MAB hostelero que tenía sobre mis hombros. Orgullosa me quedo de mi capacidad a la hora de mantener la calma en momentos críticos (en los que parece que nada va a salir a tiempo) y a la hora de organizar cantidades ingentes de trabajo. Lo que nadie me quita es el mal humor que me dan las cosas mal hechas o hechas unilateralmente (cuando debieran ser bilateralmente), pero ese es otro asunto y no estoy hoy por echar piedras sobre ningún tejado, que estos días llueve.

Resulta que es miércoles pre-puente (ya saben, los chulapos celebran San Isidro mañana y media ciudad huye en busca de aire fresco que respirar y pueblos que visitar), y se huele fiesta, pocas ganas de trabajar y la tranquilidad de saber que no hay apuros.

Yo (nosotros, que ahora somos dos bajo una misma decisión) me voy a Galicia, pero el viernes, porque JFK trabaja hasta entonces. Así que sera como un fin de semana cualquiera, pero con la ventaja de que mañana puedo descansar y preparar maletas.

Lo tengo todo planeado, no se crean, para no poder llegar a descansar ni aunque me lo proponga: esta tarde tengo cita literaria, luego compras, mañana tengo que recoger la casa, dejar cosas preparadas (Baldomero, basuras, lavadoras, cambio sábanas, lavavajillas... ), quedar con mi conexión chipriota, el viernes por la mañana (apurando hasta el último minuto) me voy a una peluquería que descubrí por la Latina a hacerme un extreme makeover...

Ya ven: con una organización sólo comparable a la del Pentágono antes del 11-M tengo una agenda tan repleta que debería ponerla a dieta... pero no lo haré. I promise.

¿Ha salido algo coherente de este post de nerviosismo previo a un puente?

Ilustración de Medialunadegrasa.

Hoy digo...

Hasta el pezón, todo es escote...

PS: No tengo tiempo para escribir, pero esta frase es sabia y llevo semanas reflexionando sobre ella. Quería haceros partícipes.

Ilustración de Paperbullet.

El problema es la imaginación

Lo he intentado, lo prometo, pero ponerme a escribir algo más allá de este blog me resulta harto difícil. No me salen ideas (ideas redondas, quiero decir: un principio, un nudo, un desenlace), ninguna me parece interesante para escribirla, con gancho, con chispa.

Parece que no llego más allá del periodismo y el diario personal. Estoy un poco rebelada contra mí misma por esto porque últimamente he leido cosillas que me dan muchas ganas de escribir... pero cuando partes del problema de que no sabes qué escribir es difícil...

Quizá tenga que seguir la técnica del ensayo error y lanzarme a escribir y "ver qué sale", pero sé que así no funcionan las cosas en la literatura, porque al final uno se atasca en un punto (porque no sabía por dónde ir desde el principio). Me sé la teoría, me falta el peta-zeta de la creatividad.

Creo que lo de ir a una escuela-taller de escritura se está presentando como una estupenda opción (ojalá me llegue el dinero al final del mes), sobre todo ahora en que salir a la calle por la tarde-noche no es como en invierno, es mucho más placentero. Quizá me ayuden a desatascarme, a dejar fluir las ideas, a tener claras las cosas en la literatura...

Y mientras tanto ahí estoy, en un quiero y no puedo asqueroso. Tengo que cambiar las cosas. Estoy en ello... ¡¡¡¡¡Voy a traer a mi musa ya!!!!

Ilustración de Little Wing

A veces los planes se los lleva la corriente

Ya pasó el puente de mayo, y con él se fueron todos los planes que previamente había hecho. Me las veía yo muy cultureta y muy paseante por la ciudad (que no dejó de estar atestada de gente y de polen, todo hay que decirlo). Nada más lejos de la realidad, lo que (una vez más) me hace comprender por qué a veces no hay que hacer planes.

El miércoles estuvimos cenando con los señores Fraguas. Chiprelandia nos cocinó un suculento manjar chipriota digno de cualquier festín mitológico. No pudo más que abrirnos aún más el apetito a la hora de viajar a Grecia.

El jueves fue el "procrastination day". Me pasé el día en casa, enredando con los ponies, con el gato, con las series, con las películas, leyendo... vamos, todo un lujo que hizo que no me importara lo más mínimo no acercarme a ver ninguna exposición. El relax hogareño (¡toda la casa para mí, JFK trabajaba!) es lo máximo en este mundo que va a 200 km/h.

El viernes tuvimos una cenita linda en un árabe con los amigos de la facultad. Habíamos intentado pasar por Cibeles a ver el espectáculo de la Fura dels Baus, pero se hizo imposible (desde la confluencia de Gran Vía con Alcalá ya estaba petado). Tuvimos que hacer una salida de emergencia a casa porque JFK se puso rebentón. Si es que ya estamos viejos y a este paso nadie va a querer salir con nosotros de fiestorro...

El sábado sabadete fue un día prolífico en amor y compañía. Las actividades parejiles como hacer la compra, cocinar y/o ver una película (Toro Salvaje me fascinó tanto que ya tengo a Scorsese entre uno de los GRANDES).

Y el domingo (mommy, I love you) estuve de visita familiar rica rica, para acabar cenando en el 91 una estupenda ensalada de espinacas con queso brie...

Todo el puente aderezado con importantes y le-gen-darias carreras en el Mario Kart para Wii...

Si tuviera que hacer un resumen, la verdad es que no me quejaría para nada. He vuelto al trabajo con fuerza, con descanso, con ganas de hacer cosas...

PD: El punto malo es que ya llegaron los mosquitos veraniegos. Ahora todas las noches toca rociarse de antimosquitos, o quizá compre uno de esos de pared. El caso es que ya tengo 5 picaduras por ahí esparcidas. Unos ronchones de impresión.

Ilustración de Ivoteforart.