Se acabó (definitivamente) la navidad
Sí, la navidad ya se acabó y todos los grinchs antinavideños pueden volver a salir de los agujeros de mal humor y negatividad en los que entraron estos días (por cierto, que yo no me incluyo entre ellos, este año medio disfruté la navidad).
Se acabaron los villancicos pasadísimos de moda (eso es música que no evoluciona con los años y, si lo hace, es de mala manera, estilo reggaeton) que atronan los oídos en cualquier centro comercial de barrio.
También se acabó el colorido espumillón y las reflectantes bolas, por no hablar de las luces de discoteca con las que algunas personas adornan sus terrazas.
Efectivamente, esos papás noeles que suben por las escaleras del 80% de las casas españolas volverán un año más al armario, tras haber demostrado al mundo que sus dueños compiten bien en su lucha por ser los más horteras del universo.
Digamos también adiós a las reuniones familiares para comer y ponerse ciegos de polvorones (¡di Zaragoza!), almendras, alfajores y turrón duro. Sí, no me olvido tampoco del roscón de Reyes (sólo es un día al año, pero cansino como él sólo).
Volvemos a la normalidad: al trabajo, al sueño matutino, a las colas del metro, a que no haya regalos debajo del árbol, continuamos con nuestro ritmo vital...
Comenzamos un nuevo año lleno de buenos propósitos que, seamos sinceros, se irán quedando por el camino. El primero de ellos es la dieta.
Me apunto al carro. ¡Estoy a dieta (10 kg menos, por favor, hasta que me tome el próximo pastel).
Se acabaron los villancicos pasadísimos de moda (eso es música que no evoluciona con los años y, si lo hace, es de mala manera, estilo reggaeton) que atronan los oídos en cualquier centro comercial de barrio.
También se acabó el colorido espumillón y las reflectantes bolas, por no hablar de las luces de discoteca con las que algunas personas adornan sus terrazas.
Efectivamente, esos papás noeles que suben por las escaleras del 80% de las casas españolas volverán un año más al armario, tras haber demostrado al mundo que sus dueños compiten bien en su lucha por ser los más horteras del universo.
Digamos también adiós a las reuniones familiares para comer y ponerse ciegos de polvorones (¡di Zaragoza!), almendras, alfajores y turrón duro. Sí, no me olvido tampoco del roscón de Reyes (sólo es un día al año, pero cansino como él sólo).
Volvemos a la normalidad: al trabajo, al sueño matutino, a las colas del metro, a que no haya regalos debajo del árbol, continuamos con nuestro ritmo vital...
Comenzamos un nuevo año lleno de buenos propósitos que, seamos sinceros, se irán quedando por el camino. El primero de ellos es la dieta.
Me apunto al carro. ¡Estoy a dieta (10 kg menos, por favor, hasta que me tome el próximo pastel).
Ilustración de Yasenzz.
10 Comments:
Jajajaj... dieta, 10 kilos, si pedimos las mismas nimiedades!!! :-)
Y menos mal que acabó, demasiada comida y estoy agotada!!!
Besoooos!
ánimo, sólo te queda un año para volver a caer y perder lo que lleves.
interesante blog el tuyo. tienes buenos gustos además. ¿no te ha traumatizado Saló? creo que es la única película con la que me entraron verdaderas ganas de vomitar.
10 kilos es el número cabalístico del 2008. Tendré que preguntar a Bahhia. Denise ha pedido la misma cantidad. Mejor dicho ha ofrecido la misma cantidad a alguien que los quiera.
Siiii, por fin han terminado.
La verdad es que para mi las navidades han perdido todo lo eran en origen. Se han convertido en un concurso a la horteridad, en un consumismo y derroche desmedido. ¿Por que no se han quedado en poner un nacimiento en casa, una cena mas especial con la familia y unos juguetes de regalo para los niños en reyes? ¿Quien nos ha llevado a esta locura que parece no tener retorno?
Ayy que trascendente me he puesto, ala me voy a la cama que mañana hay que madrugar y trabajar :-D
Jajajaj.... Fanma, diez es el número anual de kilos de jamón, dulces, helados y pan que no debí comerme en las Navidades los últimos cinco años :-D Celes, no sé tú, pero lo PEOR es que no me he pasado ESTA Navidad, he comido normal, poquísimos dulces y de tres semanas saqué tres kilos... vaya mierdecilla ¿no?
confirmado! en navidad es IMPOSIBLE estar a dieta...!! ahora todas nos ponemos a eso... a perder esos kilos / libras de mas... asi que ANIMO!!!! que lo lograremos! ;)
10 kilos son muchísimos, por favor!
Roscón de Reyes, mmmmmmmmmmmmmmm. Sobre todo me encanta pasear por Madrid los días 4,5 y 6 de enero, que es cuando toda la ciudad huele a roscones.
A todo esto, me parece SUPERcaro :)
Denise: Ay, van a ser largos estos 10 kg. Por cierto, yo sí que me he pasado CON TODO.
Gabriel: No, si vieras que no me pareció tan nauseabunda como a otra gente. Eso sí, te deja totalmente inmune a cosas como 2 girls 1 cup.
Fanma: Tú quieres los míos? Te regalo mis 10 kg, seguro que es ibérico :P
Masmi: Ya, querido grinch, puedes salir de tu cueva :P. El caso es que cuando eramos pequeños las vivíamos de otra manera las navidades.
Alex: Sí! lo vamos a lograr.
Andrea: Sí, son una barbaridad (pero no son todos de navidades). Roscón? Debes ser de las pocas que adoran ese mítico dulce.
Cierto, las navidades han pasado (muy rápido esta vez, casi no me di ni cuenta), pero habría que pasarse por algunas casas para recordarles que quiten al maldito Papa Noel de la escalera, porque parece que se han olvidado de el...¬¬
¡Por favor! ¿Quién les engaña en cuanto a que los Papa Noeles colgantes son un buen elemento decorativo?
Cuando entré en mi ciudad estas navidades hice un intento de contar todos los que viera, pero fue imposible.
Ánimo con la dieta, es una de mis ideas, pero me da que se va a quedar en eso, una idea!
:)
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