Un kilo menos

Tras una semana de dieta (un tanto irregular, la verdad, porque salí a cenar el martes y el sábado y ya saben lo que eso conlleva) me puedo congratular al decir que ¡he adelgazado un kg!
No sé exactamente si es un kilo o algo más, porque mi báscula es de esas del Ikea que cuestan 3 euros y la flechita va y viene un poco a su antojo... pero ahora viene un poquito más corta que hace una semana.
Y la verdad es que es lo mejor, que se note a la hora de pesarse que todas esas hambrunas que pasé por las tardes sirven para algo, que todos esos menús a base de coliflor de la semana pasada tienen sentido, que la ausencia de alcohol y bebidas carbonatadas en mi dieta (en trueque por infusiones) ha funcionado.
Y no es que yo sea una obsesa de las dietas (quien me conoce podrá asegurar que no hay nada más lejos de la realidad que esa afirmación), pero sí soy una obsesa de la autosuperación, y si me he marcado la meta de adelgazar créanme que por mis narices que lo voy a hacer.
Aunque sea kilo a kilo.

Ilustración de Yaelfran.