Despistes de primavera

Soy un despiste, lo reconozco. Me iba a traer el portátil a Galicia para poder ver películas y capítulos de series que tengo atrasados. Al final sólo he traído la batería, me he olvidado el portátil encima de mi cama.

Idem del idem pasó con el móvil, que lo puse a cargar ayer por la mañana para que estuviera la batería llenita todo el viaje y ahí se quedó, cargando en la cocina.

Total, que este fin de semana va a ser poco tecnológico, ya que sólo tengo un PC con Windows 98 y 6 Gb de disco duro con una conexión de 46 bps... vamos, peor IMPOSIBLE.

Menos mal que me he traído mi cámara de fotos y estoy captando el momento siempre que puedo, porque si no la falta de tecnología me volvería loca. Maldita mujer del siglo XXI, ¿no podría haber sido sufragista británica en el XIX, o haberme quitado el sujetador en plena revolución?

Pues aquí estoy, incomunicada del mundo en general y disfrutando de unas "vacaciones" super tranquilas, pero mucho más divertidas de lo esperado. Ayer se celebraba en mi pueblo la "Fiesta de la Primavera" (la primera vez que se celebra esto en mi pueblo desde que el mundo es mundo) y allí que me fui. Hicieron queimada y la repartieron gratis, ya os podéis imaginar los efectos que el aguardiente caliente hizo sobre mi cuerpo... hablaba demasiado, y bailé lo que no está escrito... desde Nino Bravo hasta Camilo Sesto pasando por la Lambada y haciendo escala en alguna muiñeira...

Las fiestas de pueblo es lo que tienen, que son rancias y divertidas como ellas solas. Y a mi el olor a rancio desde siempre me fascina... es tan kitsch!