Galicia: Tierra de morriña
Me voy a Galicia en una hora. Siempre me pongo un poco triste cuando me voy a Galicia. No sé por qué.
Luego allí vuelve a ser todo fenomenal y me pongo un poco triste al volver a Madrid. Tampoco sé por qué.
Y cuando entro en casa en Madrid y me encuentro de frente con todo lo que es mío, esas dos tristezas desaparecen de golpe. Me basta el olor de mi casa para volver a la felicidad de la realidad.
No entiendo eso que me pasa, pero me acepto a mí misma. Ya son demasiados años sintiéndome así como para mortificarme por ello. Ya no tengo ganas de autoanalizarme por todo, eso voló.
El caso es que me voy a pasar el fin de semana a casa, con mamá, los abuelos, el gatito Antón, la comida (pero que engorden otros, yo no) y mi amiguisisisisisisisisisisisisima de toda la vida, que es de las pocas personas que están siempre en mi pensamiento y de las que casi nunca hablo con nadie. No tendré que hablar con nadie, tendré que hablar con ella. De muchas cosas, de por dónde está conduciendo su vida, de por dónde va la mía, de las cosas en las que nos equivocamos... a veces la franqueza es necesaria, aunque luego no nos hagamos caso y nos estrellemos igual de bruces contra la realidad.
Pues eso, que me voy, me voy me voy!!! Pero a lo mejor sigo escribiendo desde allí!
Besitos!!!
1 Comments:
A mi me pasaba eso cuando me iba a Valencia. Pero ya no. Ya he descubierto que estoy bien aqui, y no me pongo triste al volver. Me sigue haciendo ilusion cuando voy, pero cuando vuelvo lo hago con normalidad.
Pasalo genial!!!
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