Prohibido prohibir

No sé qué me pasa. Altibajo. Bien ahora, mañana no. No sé. No me entiendo. Sí me entiendo. No me quiero entender. Es un lío, chicos.

Estoy cansada de todo, quiero irme, quiero volar lejos. Quiero quedarme. Me encanta esta ciudad.

Quiero aprovechar más el tiempo en hacer cosas productivas. Hago alguna cosa productiva. No hago todo lo que me gustaría. Hago más de lo que otras personas podrían hacer.

Tengo dos trabajos. No son estresantes. Son tranquilos. Necesito algo que me estrese? Quiero ser periodista? Quiero vivir mi vida? Quiero la vida de otra persona? Quiero cambiar de aires?

Necesito un huracán que me transforme. Un huracán mexicano en persona, que me haga llegar a Tzitzen Itza sin necesidad de abrir los ojos. No lo tengo. Pero lo quiero. Sé lo que quiero. Sé lo que no tengo.

Soy consciente. Soy inconsciente. A veces me ocurren estas cosas. Y entonces es como una cinta de moebius de la cual no sé salir. Tienen que sacarme. Saldré yo sola esta vez? Es difícil. Cuando entras en la vorágine de Moebius nada vuelve a ser lo mismo. Comienza otro ciclo en mi vida? He superado aquella etapa universitaria? He superado tantas cosas que me cansé de superar.

Desde hoy está prohibido prohibir.