Sex and THIS city

Ayer mismo estuve viviendo una escena de Sexo en Nueva York, pero en Madrid. Quedé con compañeras de la beca del teletexto (que ya se fueron) y con una redactora.

La cosa ya prometía cuando fuimos al cajero a sacar dinero y empezamos a hablar de los personajes de la serie... yo al final acabé siendo Miranda, de la que siempre piensan que es lesbiana.

Ya en el bar, como si fuera uno de estos desayunos neoyorquinos, nos tomamos sendos cafeses y empezamos a hablar de hombres, sexo, tres velocidades y primeras veces.

El punto álgido de la tarde llegó cuando empezamos a hablar de los sitios más raros en los que lo habíamos hecho, ahí nos ganó nuestra Carrie Bradshaw, pero muy de cerca seguida por Samantha... con sitios tan raros como un chalet abandonado (y unos niños que llegan a mirar) o una glorieta (en medio de una ciudad).

Parecíamos un club de marujas anónimas, y fue divertidísimo. Hacía tanto que no salía sólo con chicas que se me había olvidado lo divertido que es marujear entre mujeres. Nos entendemos mejor. Aunque, la verdad, es que hace tiempo que vengo notando ciertos cambios en los roles... cada vez las chicas somos más hombres y los hombres más mujeres... sexo, sentimientos... han cambiado mucho las cosas.