Cuando la peluquera es un despiste
Hay peluquerías y peluquerías, desde la típica del barrio hasta la cadena "Jofer". Pero cuando estás en un pueblo pequeño de 100 habitantes (dudo que haya más) es difícil encontrar peluquerías. Cierto es que hay un pueblo como de 5.000 habitantes cerca (ellos se creen una ciudad y siempre miran a los del pueblo con aires de superioridad, aunque la mayoría proceden de aquí), y ahí hay varias peluquerías (no ha llegado la fiebre de la franquicia).
Sin embargo, en mi pueblo (en el que hay dos bares) hay también una peluquería. A mí me resulta extrañísimo, porque claro, con 100 habitantes... pues no es normal que montes negocio en un sitio.
Pero a Lucita (así se llama la peluquera) le va bien así, porque todas las señoras mayores del pueblo van allí a ponerse la permanente o a teñirse (sí, el tinte también llegó a las aldeas gallegas), y ya se dejan sus euritos.
La peluquería de Lucita, que no es otra que un cuarto en su casa (tamaño habitación de dormir), siempre es punto de referencia para los enteradillos del pueblo. Pero ella es una peluquera atípica, no le gusta andar con los rumore, rumore... ella sólo habla de hechos contrastables (extraño), pero habla tanto que se le va el santo al cielo, y te ves en la obligación de contarte el tiempo del tinte (o de la permanente en su caso) porque a ella se le olvida.
Lucita prepara la ronda de cafés y hala, ya se puede pasar la tarde que tu sigues con la plasta del tinte en el pelo... olé!!!
Así fue como aprendí yo el tiempo que necesita mi pelo para el tinte (para la parte de detrás, que es lo único q tiño), ahora sólo me falta saber las cantidades de tinte y liquido blanco que necesita... entonces me convertiré en Nancy-peluquera gracias a las dotes de la peluquera del pueblo.
Además mis aptitudes sociales con los habitantes de mi pueblo (que nunca fueron muy boyantes por no saber yo qué decir) están mejorando a pasos agigantados, debido a que ya me sé el mecanismo que usan para comunicarse, las frases hechas y demás que comentaba algunos posts atrás.
¿Se nota que hoy fui a la peluquería?
Y mañana a Santiago de Compóntelas como puedas!
1 Comments:
O sea que la mujer es peluquera, relaciones públicas, consejera, psiquiatra, y da café. Asi le va el negocio de bien!
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