Orlas, orlas dubidouuuu!

Esto de licenciarse está cada vez más cerca (qué pánico!) y esta tarde mismo nos dan las orlas (arggggghhh!!!!). Pero señores, no me dejen irme ya de la universidad, que no sé lo que quiero hacer con mi vida!!!

En fin, yo seguiré enviando curriculums para ser esclava veraniega, que me gusta que me fustiguen por 200 euros al mes.

Me he dado cuenta de que poco a poco este blog ha ido perdiendo su carácter informativo (ya casi ni recuerdo aquellos tiempos en los que detallaba las jornadas olímpicas) y cada vez más es como un diario íntimo pero en soft.

Hoy me gustaría retornar a ese espíritu inicial y dar unas breves (y absurdas) pinceladas sobre el referendum en Francia. ¿Se está convirtiendo Francia en la cuna de la antiglobalización europea?, o lo que es más importante ¿Por qué España de capulla votó que sí si la mayor parte de la gente no sabía nada sobre la constitución ni sus famosos anexos ocultos?

Son preguntas que probablemente no lleven a ningún sitio, pero para los que votamos que no, el hecho de que Francia votara que no, nos sirve un poco de consuelo (a pesar de que Francia votara que no por razones completamente diferentes, desde mi punto de vista) al pensar que no todo el mundo se ha vuelto gilipollas de repente...

En fin, señores, es muy temprano y he quedado para recoger la orla, permítanme que les haga un breve pero intenso avión!