Ay el papa!

Parece que toda esta historia del Gran Brujo, como le llaman en mi familia, toca a su fin. La verdad, la gente está agobiadísima con la televisión. Dicen que no sale nada más que cosas del Papa.

Yo debo estar en otro mundo, o no veo la tele, porque a mí no me ha agobiado para nada. De hecho, creo que no he visto nada sobre el papa más que la noche en que murió y cuando se abrió el paso a la riada de fieles. Nada más. Tampoco me parece tanto, o bueno, sí, si tenemos en cuenta que estamos en un estado aconfesional... pero eso es otra historia.

Pues eso, que si el papa se ha muerto, lo normal es que digan ¡que viva el papa!. No sé de que se extraña la gente, la comunicación es así: obsesiva.

Y sin embargo, a Rainiero el de Mónaco, le han hecho un avión que más claro imposible. Menos mal que Ernst de Hannover se ha puesto malo (dicen que en coma), para llamar un poco más la atención...

Los que están bien jodidos son Carlos y Camilla, todo una vida pa casarse, y va y les entierran al paaaaapa justo el día... eso sí que es nacer estrellados.

¿Veis chicos, como sin ver la tele me entero de todo igualmente? Miento, vi la tele: Buenafuente rules!