sábado, enero 08, 2005

Un pueblo es, un pueblo es, un pueblo es...

Hay ciertas curiosidades en mi pueblo que creo que merecen ser comentadas. Tienen que ver con las costumbres religiosas y sociales de los inquilinos. Pase dios y lo vea:

1.- Hay una sagrada familia en una caja (tamaño torre de ordenador) a la cual todos le llaman "La santiña". Ese monumento del catolicismo va de casa en casa todos los días. Cada día duerme en una casa diferente del pueblo, y es de todos. Es un santo cíclico, que diría monseñor Rouco.
2.-Se dice, se rumorea, que una de las casas de mis vecinos es la única casa en todo el pueblo que tiene la puerta en arco. Esa casa se llama "Casa do Cristo", y ya es la segunda connotación religiosa de mi pueblo. Porque (por lo visto) las puertas en arco eran casas de frailes y curas nada más.
3.- En muchos de los cruces de mi pueblo, hay una cruz de piedra (casi todas iguales). En cada cruz hay enterrado al menos un infante no bautizado. Al morir pequeños y no haberlos bautizado no se podían enterrar en campo santo.
4.- Los domingos y los miércoles la gente va religiosamente (y nunca mejor dicho) a la misa. El cura sólo viene esos días porque se reparte entre muchas parroquias. Cada semana la misa es "Por los difuntos de... [nombre de la persona o familia]". Como en el pueblo todos son parientes, basta que digan dos familias para que se sientan obligados a ir el 80% de los vecinos.
5.- Cuando hay un entierro todo el mundo se vuelca. Si se da la casualidad de que el entierro es poco multitudinario lo suyo es decir "Es normal, ellos no iban a ningún entierro ni velatorio, quien les va a ir?"
6.- Si alguien se entera de un entierro fuera del pueblo pero de personas conocidas por todos, hay que hacer cadena. Por teléfono o boca a boca. También hay quien va a los "meeting points" (Bares y cementerio) a ver las esquelas.
7.- Después del entierro hay un novenario. Esto es, 2 semanas después de enterrarse el muerto se comienza a hacer 1 misa a la semana durante 9 semanas seguidas por el alma del difunto.
8.- En Semana Semana santa y los viernes de cuaresma no se come carne. Repito: NO SE COME CARNE. Se sabe que si antiguamente pagabas una bula se podía comer, pero "Total son dos días, no nos cuesta nada".
9.- La salida de la misa es el punto neurálgico de la vida social en el pequeño pueblo. Cualquier excusa es buena para despellejar al más pintado. He ahí la moral cristiana.
10.- La única persona exenta de críticas (cada vez menos) es el "Señor Cura" y el catequista. Al enterrador ya le crucificaron hace tiempo.

Esto es sólo un ejemplo de la vida en mi pueblo, si alguien no se lo cree, que se compre un billete de ida a vuelta a la Rúa católica... aunque probalmente no se dará cuenta... es como los espíritus... pasan desapercibidos para el ojo poco experimentado en cuestiones parapsicológicas...