domingo, diciembre 05, 2004

Viaje en el infierno

No ha sido un viaje AL infierno, si no EN UN infierno.
Como era principio de puente, pues en vez de irme a las 23.59 como siempre, me fui a las 23.00 en el refuerzo.
Bien, hasta ahí todo normal, lo malo es que mi asiento era el nº 49... o sea, última fila (donde los 5 asientos juntos) y el penúltimo...
Para rematar una pareja de viejos me relegó al asiento del medio diciéndome que se habían sentado juntos porque eran pareja y tal... y yo ya estaba pensando en que como me durmiera y el autobús diese un frenazo, me iba a comer medio autobús...
Ilusa de mí, cómo coño me iba a dormir si los viejos no dejaron de darme la chapa en todo el viaje!!!, ¡¡¡¡Dios!!!!, hay algunos a los que no deberían dejar salir de casa... si me hablaron hasta de la Patiño y que se le hinchaban las venas... y yo allí en plan buena samaritana capeando el temporal.
En fin, por un momento conseguí cerrar el ojillo y funcionó, dejaron de charlar conmigo (debían ser las 2 de la mañana), pero el refuerzo era tan mierda que ni reclinar podía mi asiento, así que me acomodé como pude (y los viejos observándome perplejos) y me dispuse a dormir cuando: "Señores viajeros, estamos en la terminal de La Bañeza, vamos a realizar una parada de 20 minutos".
Hala, ya me tocaba moverme pa q se levantaran mis 3 compañeros de asiento (los viejos y una chica en el otro lado que no dió ni un chincho en toda la noche)... pero bueno, al menos conseguí dormir un poco (yo y los otros 5 q se quedaron en el autobús).
Menos mal que a eso de las 05.30 ya estaba en la estación de destino, porque si no me da algo, que horror.
Luego, claro, llegué a casa, comí un chorizo (hace poco que han matado el cerdo aquí y todavía están colgados para que se curen) y me fui a dormir hasta las 2 de la tarde.
Si es que con viajes así, para qué queremos el infierno cristiano.