viernes, julio 02, 2004

El ministro indio sí que es un ministro, y no como Trillo, que no explica las cosas, ahora ya sabemos que la culpa es del dios Vishwakarma, que tiene que proteger a los pasajeros (en el caso indio, es el dios del ferrocarril, pero aqui lo podemos extrapolar al dios de los yakolev). En fin, si es que hay que mirar más a oriente y menos a Escrivá de Balaguer, que todo se pega (menos la hermosura, señor trillo, muy bien matizado).
Mucho cuidadito a partir del 15 de julio porque Europa vuelve a estar amenazada por Al Quaeda... se cumplen los dos meses para el plazo que dio Bin-Ladin (el cuñado de Carmen Bin-Ladin, la del libro) para retirar todos los soldados de suelo... musulmán.
Poco me queda ya en lisboa... incluso puede que sea mi último post aqui... nunca se sabe, porque no se si mañana está abierta el aula de informática de la facultad.
Si este es mi último post desde portugal me despido con algo de pessoa em português!:
Autopsicografía
O poeta é um fingidor.
Finge tão completamente
Que chega a fingir que é dor
A dor que deveras sente.
E os que lêem o que escreve,
Na dor lida sentem bem,
Não as duas que ele teve,
Mas só a que eles não têm.

E assim nas calhas de roda
Gira, a entreter a razão,
Esse comboio de corda
Que se chama coração



y además lo dedico a una rata, q no se ría (que es peor)
Alfacina